Cada momento me parece infinito,
o tal vez debería decir eterno...
No importa...
Sólo con mirarme me haces nacer,
o tal vez debería decir amanecer...
Es lo mismo...
Cada cosa en su sitio y yo en el mío,
como si fuera observador,
o tal vez debería decir espectador,
de algo que está a punto de ocurrir...
Da igual...
En el centro del poema que te he escrito
aún está húmeda una lágrima,
o tal vez debería decir un corazón...
Ya no importa...
Cada hoja que paso de tu libro,
o tal vez debería decir de tu alma,
está llena de incontables sensaciones
que parece que no buscan nada...
Ya es lo mismo...
En el fondo, mi reloj anda atrasado,
o tal vez debería decir resignado,
y no quiero que puedas darte cuenta
de lo poco o lo mucho que te siento.
Ya da igual...

© 2001-2006 Andrés Navarro Herrera