No quisiera ser la voz
que no se oyera...
Algo tiene el aire
que no me deja...
Pero tú lo sabes
y no hace falta ser estrella.
El camino ya parece
que no da vueltas.
En mi mano, cada noche,
mis palabras se acercan
al corazón
y al corazón regresan.
Todo tiene algo que decir.
Toda sombra enseña
a caminar sobre las aguas
y a nadar sobre la tierra.
¿Cómo? ¿Que es inaudito?
Ya lo sé... Pero deja
que el sueño inunde mi cara
mientras mi boca enmudezca.
Cada mañana que baje al mundo
me alegraré de verte cerca...

© 2001-2006 Andrés Navarro Herrera