De mi vida hay mil cosas que decir
y otras tantas que olvidar.
La mañana me sorprende muchas veces
despertando los temores de siempre
o soñando de nuevo viejas locuras...
Hay momentos en que me muestro insensible
sin que el viento pueda despeinar mi corazón,
pero al minuto siguiente algo me conmueve,
hasta la más minúscula mota de polvo me enternece...
Será que pertenezco a un mundo inexistente
o que existo en un mundo que no me pertenece...
Y estas líneas que te estoy compartiendo,
estas frases que han volado de mí hacía ti,
las guardo en un lugar apenas accesible
donde vive tu sonrisa eternamente.
Yo sé que tú las oyes y las piensas y las vives...
Sé que, cuando sueñas, algo te emociona,
porque tú también perteneces a un mundo inexistente
o existes en un mundo que no te pertenece...

© 2001-2006 Andrés Navarro Herrera