Un armario silencioso
guarda mis cuatro guitarras,
las del pasado que añoro
imaginando tu cara.
Y el corazón me sonríe
con luminosas palabras,
imaginando tus ojos,
imaginando tu alma...

Imaginando he cantado
la soledad que me llama,
desde las sombras que llenan
mi corazón de esperanza...

Cuatro guitarras que sueñan
las ilusiones pasadas,
como la flor que crecía
imaginando la calma.
Y yo pensando y pensando
en una nueva balada
que cantarte cada noche
imaginando que me amas...

Imaginando he cantado
la soledad que me llama,
desde las sombras que llenan
mi corazón de esperanza...

© 2001-2006 Andrés Navarro Herrera