Como una espiral sonriente
es la caracola de mi vida,
que va girando hacia el centro
anhelante de caricias,
guardando el mar en los ojos
y la soledad en la brisa...
Una espiral que me trae
añoradas melodías,
hacia el lugar del recuerdo
de sensaciones perdidas,
como una canción en el aire
navegando a la deriva...
Mi corazón es un verso
que ya no tiene medida...

© 2001-2006 Andrés Navarro Herrera